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I'm in love with you: Capítulo 9:
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26 de junio de 2013

Capítulo 9:



                                                                 No es real


Todo había cambiado, sí, excepto por una cosa...
Mi sueño de volver a encontrarme con él era aún más fuerte.

Ya habían pasado dos semanas desde la tarde de chicas. Había estado hablando por teléfono con Aitana y Antia, aunque no quedamos más veces en este tiempo. Ya era hora de salir con ellas. Era por la tarde, Ana, Teresa e Irene veían la tele y charlaban animadamente. Dejé el portátil sobre la mesa y hablé:
-Chicas, ¿qué os parece si quedamos con Aitana y Antia?
-No tenemos planes -contestó Irene.
-No, no tenemos -contestó Teresa, levantándose hacia la silla para coger los auriculares, cuando  vino y siguió- ¿Ellas pueden?
-Decidme si vosotras podéis y ya les aviso yo a ellas.
-Sí, yo quiero salir a dar una vuelta, y comprarme un helado -a Ana se lo hizo la boca agua y volvió al mundo real observando mi reacción.
-Bien, esperad -marqué rápidamente el mensaje "¿Puedes quedar?" a Antia, ya que fue la primera que encontré. A los minutos, contestó, "Puedo". Seguí tecleando más rápido. Las chicas me estaban matando a miradas, no miradas con mala intención, si no de esas que intimidan y no te dejan dormir, bueno, no para tanto. "¿Y Aitana?" contesté. "También. A las ocho y media en vuestra casa, ¿os parece?". Tecleé de nuevo al encontrarme con su mensaje: "Sí, vamos a dar una vuelta". No tardó en contestarme un "Bien, conozco un sitio para comer genial, nos vemos". Sonreí al saber que me iban a enseñar sitios nuevos de Londres, eso me gustaba. "Guay. Adiós". 
La conversación no duró mucho. Las chicas esperaron mi respuesta.
-A las ocho y media estarán aquí.
Las tres se fueron tras contestarles. Yo me quedé sola en el salón. Me tiré en el sofá y observé como el sol se tornaba anaranjado y bajaba más y más. Aburrida por no hacer nada, puse canciones y empecé a cantarlas mientras comía algo: Tenía hambre. 
Abrí la puerta del frigorífico, que estaba medio vacío. Suspiré. Debíamos hacer la compra lo antes posible o al final nos moriríamos por vagas. Cogí del bote de la encimera galletas. Y rebusqué haber donde estaba el maldito zumo. Desde atrás se oyó a alguien.
-Que haces.
-Ah... hola-fue lo único que podía decir. Era Irene.
-¿Sabes qué?-me preguntó.
-No, no sé nada- dije con ironía. 
-Esas son MIS galletas -remarcó la palabra "MIS" y señaló con su dedo hacía la galleta ya mordisqueada por mí. Le dí un manotazo.
-Está en la encimera, y son NUESTRAS galletas -yo hice lo mismo con "NUESTRAS".
-Pero sabes que son mis preferidas.
-A mi también me gusta, y porque te coja una no va a pasar nada-miré de nuevo el bote y "robé" otra galleta-Corrijo, porque te coja dos galletas no va a pasar nada.
Irene me miró enfadada y al final se dignó y se fue.
A vestirse.
El maldito armario era demasiado grande para saber que ponerme. Tiré toneladas de ropa en la cama. Varias veces eché la ropa donde no debía, es decir, en otro sitio que no era la cama. Por ejemplo, en el jarrón de mi mesa pequeña. Y como no, cayó. Se oyeron el caer de los cristales esparcidos por el suelo. "Bien, Vero" pensé. Corrí para poder recogerlo todo, pero ya estaban ellas allí.
-Mira que eres torpe-dijo Ana. Teresa asintió con la cabeza. 
-Mi habitación, mis normas -y les cerré la puerta. "¿Tus normas? ¿De qué hablas? ¿Romper un jarrón es una norma? Esa norma mola" me dije para mí misma y negando con la cabeza. Recogí los trozos de cristales que habían llegado hasta el infinito. 
En fin, mi conjunto:

Íbamos a ir de fiesta, ¿no? Pues debía vestirme bien para ello. Rara vez me ponía tacones, pero para esta ocasión quería. No exageraba e iba cómoda. Todavía faltaban más de dos horas para que vinieran y yo quería hacer algo, me aburría. ¿Y si leía? Rebusqué entre los cajones de mi habitación, pero todos los libros me los había leído y ya de tantas veces me resultaban incluso aburridos y pasados de moda. Y... ¿dónde había alguna biblioteca o librería por aquí? En esos pensamientos estaba yo, cuando Teresa apareció con ropa en sus manos. Me miró y observó mis zapatos de tacón.

-¿Te vas a poner tacones?
-Sí.
-Es que no sabía que ponerme. Yo también me pondré.
-Ah, bien... ¡Oye espera Teresa!-ella se volvió, ya que estaba a punto de cruzar el pasillo -¿sabes algún sitio donde vendan libros que quede aquí cerca?
-Mmm... si, en esta calle, hay una librería, pero no recuerdo su nombre...
-Muchas gracias. No tardo nada -dije mientras cerraba la puerta de la casa. Fui hacia la dirección que me había indicado Teresa. "¿Dónde mierda está? Aquí hay de todo menos una maldita librería" pensé. Seguí andando y ahí estaba, ¡mi salvación! Entré y aquello era inmenso, ¿por dónde empezaría? miré en una sección y otra. Había pocas personas, tal vez por la hora, o tal vez por que no les gustaban los libros, yo que sé. Tampoco supe como había entrado en la sección de cuentos. "¿Qué hago aquí?" Pensé. 
Me giré para volver a las otras secciones pero vi un cuento de cuando yo era pequeña. Lo cogí y lo sostuve entre mis manos. Repasé el contorno de los dibujos con las puntas de los dedos y me quedé con la cabeza gacha mirando el pequeño libro.
-Hola.
Me quedé un momento parada y disimulando, deje el libro de nuevo en la estantería, y como si no fuera la cosa, miré hacia aquella persona. No sabía quien era. Era raro... o rara. Llevaba mucha ropa para ser verano... Muy extraño, cierto. Le miré sin saber que decir. ¿Quién era?
Se limitó a mirarme y luego miró hacia la derecha, izquierda, detrás y delante... 
Se quitó el gorro y las grandes gafas de sol... ¿Quién era?



Era él.




-Hola -me dijo de nuevo, dejando ver su perfecta sonrisa.

-Ho... ho-la.
-¿Qué haces... aquí? -me señaló el cuento y rió en un tono bajo.
-Esto... no... nada- reí tímidamente. Con una estúpida risita nerviosa.
-¿Qué tal estás? -me dijo. Yo no podía mirarle, y menos a los ojos. Alargó su brazo hacía mí, me tomó la barbilla y la elevó. Para que mí mirada fuera directamente hacia sus ojos.Que injusto-¿Te acuerdas de mí?
Para no acordarme. Que pregunta más estúpida. Claro que le recordaba. Hasta en mis pensamientos. Ahora, debía responder su pregunta. Empecé a temblar.
-Claro que me acuerdo de ti- dije, pero quería acabar la frase, necesitaba acabar la frase-...Zayn.
-Menos mal, pensé que te habías olvidado de mí-sonrió de nuevo- te debo un paraguas. No te dí las gracias.
-Sí, lo hiciste-sonreí esta vez yo.
-De todas formas, gracias. Y también por aquello.
-¿Por qué?
-Por salvarme-no le comprendía. ¿A qué se refería?
-¿De qué?
-De mis fans -rió -Gracias por no decirles por donde me había ido. De verdad, cuanto me alegro de haberme encontrado contigo.
Mierda, ¿ahora que le dices, Vero?
-¿Por salvarte?
-No... -¿entonces por qué Zayn? Pero claro, yo no podía preguntárselo. ¿La culpa? Díselo a mis nervios. Pero él debía contestar. Espere paciente a su reacción y a su respuesta. Pero él sólo se limitó a mirarme.
Se puso de nuevo su gorro y sus gafas y me dijo:
-¿Te gustan los libros?
-Sí, pero no tengo tiempo para leer. Aunque ya que me había decidido, no tenía ninguno interesante.
-Lo mismo digo.
-Tú tienes menos tiempo libre que yo, está claro -le sonreí. "¿De dónde sacas palabras?".
-Seguro... pero bueno, dime, ¿qué tipo de libro estás buscando?
-Ninguno en especial, ¿y tú?
-He estado buscando un rato, pero no veo ninguno que me interese- Me hizo una seña con su mano y caminó despacio hacia otra sección, le seguí- Aunque aquí están los que más me gustan.
-Sí, me gustan...-pasé mi mirada por las estanterías hasta que posé mis ojos sobre uno. Nunca lo había visto. Él se dió cuenta y se acercó a mí. Me rozó con su mano y yo temblé.
-Este libro lo tengo-lo sostuvo entre sus manos-¿Te gustaría leerlo?
-Sí.
-Te lo puedo prestar.
No me lo creía, ¿en serio? No, no, no, no... No podía estar pasando. ¿ME ENCUENTRO A ZAYN MALIK Y DE REPENTE ES COMO SI FUÉRAMOS AMIGOS? Maldita cabeza, deja de crear imágenes reales. Aunque fuera mentira o no, me gustaba.
Asentí. Quería leerme ese libro. Su libro. Aunque fuera un libro "no real", creado tal vez por mi mente. Pero era su libro.
Él no dejó de sonreír durante sólo unos segundos, para él. Pero para mí, fueron horas. Que vergüenza.
-¿Vas a algún sitio más?-me preguntó... Zayn.
-No, sólo era para esto.
-¿Te acompaño a casa?-me dijo, levantando una ceja, pensativo. Temblé, de nuevo. No voy a poner de nuevo el discurso de que esto no estaba pasando, pero, seguía sin creérmelo.
-Eh-eh -dije. Un robot, tal vez, eso era yo.
-Dime, no importa, de verdad, esto... si no quieres.
-¡NO!-me quedé pillada por mi respuesta tan agresiva, rectifiqué-Bueno... acompáñame, si quieres...
-Por supuesto- salimos de la librería sin ningún libro y se limitó a mirarme-¿Me puedes decir dónde vives?
-Al final de esta calle.
Me dejó pasar para seguirme y al instante se puso junto a mí. No sabía que decirle.
-¿Te preguntarás por que visto tan raro hoy? -preguntó él, con una media sonrisa.
-La verdad es que no sé, ¿por qué?-me iba a contestar cuando yo intuí el por qué- ¿Para qué no te reconozcan?
-Exacto.
Venga Vero, pregunta, pregunta, pregunta, pregunta... me decía mi mente. Pero mi corazón se limitó a no volver a latir más.
-¿Y por qué te has quitado las gafas y el gorro para que yo supiera quien eras?
Él siguió andando y mirando al frente hasta que oyó mi pregunta. Se paró y giró su cabeza hacia mí. Se rascó la nuca. Yo seguí andando dos metros más y cuando vi que no me seguía, me paré y me dí la vuelta. Él miraba hacía abajo. Me acerqué unos centímetros y me quedé paralizada.
-No lo sé- me dijo. Parecía sincero. Esta vez, la que sonreí fui yo. No le dí importancia. Al verme, se limitó a sonreír y a volver junto a mí mientras seguíamos yendo hacía mi casa.
Llegamos de inmediato a la puerta de casa.
Saqué unas llaves.
-¿Es tu casa?
-Sí.
-Es bonita.
-Gracias-hazlo, hazle la maldita pregunta-¿Quieres...? ¿Quieres...? ¿Pasar?
-No, gracias, debo irme. He estado más tiempo de lo que debería fuera.
-Ah, no pasa nada.
-Bueno, esto... a-adiós -dijo. Yo me limité a mirarle. Ando tres pasos más y paró. Se giró, dubitativo. Y al final, se acercó a mí de nuevo.
-¿Te gustaría salir conmigo?


*Muchas gracias por seguir leyendo mi novela. Comentad y decid que os a parecido. Besos :D*



4 comentarios:

  1. AY MAMITA QUE LE HA PEEEDIDOOOO SALIIIIIIR *--------* SIGUIENTE PRONTO, PLEASE! SIGUIENTE PRONTO!! ME ENCANTAAAAAAA! QUE MONO ES MI ZAYN :3

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  2. Sí *-* Muchas gracias por seguir leyendo, ya mismo subo <3

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  3. Hola vero muy lindo capitulo que subiste en tu blog!!

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