Tumblr Mouse Cursors
I'm in love with you: mayo 2013
Tumblr Mouse Cursors

14 de mayo de 2013

Capítulo 7:


                 

                                                     Sueños



Estaba asimilando lo que había pasado...¿había sido real? ¿O era un sueño? Pero es que su pelo, sus ojos, sus facciones, su cuerpo, su él... ¡era demasiado real! ¿Cómo... era posible? ¿Alguien me lo puede explicar? Porque no lo entiendo. 
La lluvia seguía su mismo ritmo y yo no dejaba de mirar hacia allí, donde había desaparecido aquel cuerpo perfecto. Tal vez, me estuviera volviendo loca, y mi imaginación por puro instinto había creado aquel espejismo de... Zayn.
Seguí embobada hasta que de nuevo oí unos pasos acercarse. Venía a una velocidad espeluznante, ¿cómo podía correr tanto esa chica? 
-¿Has visto a un chico moreno, ojos marrones claros pasar por aquí?
-E-esto... ¿quién?-la chica miró hacia todos los lados y se dirigió de nuevo a mí con ansiedad.
-¡Qué si has visto a un chico moreno, de ojos marrones, alto, delgado...!- pensé que se refería a Zayn, entonces era cierto, había hablado con él. Desde su marcha, solo habían pasado unos cuatro o cinco minutos, así que, le daría ventaja.
-Esto... ahora que recuerdo, ¡sí!!- dije llamándole la atención por si decidía ir por la dirección donde se había ido él. Desde no sé donde, salieron chicas corriendo en grupo hacia nuestra dirección. ¡¿PERO CUÁNTAS ERAN?!
-¡Parad! Ella le ha visto -dijo saltando.
Empezaron a salir voces desde atrás y se acercaron a mí:
-¡Dónde está!
-¡Dilo!

-¡Tenemos prisa! ¿Por dónde se ha ido?
-Sí yo lo veo le pido un autógrafo.

-¡Joder si es qué está...!
-¡A lo mejor está con los chicos!
-Sí, ¡tendremos más autógrafos!
-¡Callaos y qué hable ya!
Esto fue lo único que entendí del griterío y hablé:
- Se ha ido... por ahí -les señalé con el dedo hacía la dirección opuesta y todas salieron pitando de allí, y me quedé sola -Esto... ¡de nada!
Dije lo último para mí misma. El cielo se iba despejando y dejo de llover mientras volvía a casa, yo estaba más que feliz. Iba dando saltos y tumbos por donde pasaba. ¿Zayn? ¡Sí, esto era por él! ¡Qué ganas de contarle todo a las chicas! Seguro que matan por no haberle "secuestrado": Bromas entre nosotras y bromas de típicas fans. Pero es que siempre había sido mi sueño. Siempre. Desde que me hice fan de aquel grupo de cinco chicos... Que cada vez que entraba a mi habitación y veía sus pósters sonrientes, como si... su sonrisa... fuera por mí, y solo por mí.
Que me había imaginado una vida perfecta conociéndolos y a él... Zayn, siempre fue el que me llamó más la atención de todos, tal vez por la imagen de misterio que le rodea, por su actitud en entrevistas, conciertos... No sé, algo que me llamaba la atención de él yacía en mi interior y cada vez era más fuerte ese sentimiento. Y ahora, ¡ala! Conoces a tu chico perfecto y ¿pum? Tu corazón explota. 
Tarareaba un par de canciones de ellos, cuando rebusqué en mi bolsillo trasero donde había metido las llaves, las cogí y abrí la puerta saltando (literalmente) de la calle hacia dentro de la casa. Tras esto, corrí como una loca suicida hacia donde estaban mis amigas. Y antes de que me pudieran hablar, yo ya estaba saltando encima del sofá y gritando.
-¡Qué te pasa!-preguntó Irene.
-¡Loca! -me dijo Ana.
-¡¡POR DIOS A QUE NO SABÉIS QUE!! He, he... -mierda, cada vez que pensaba en él... me costaba decirlo, venga, ¡qué yo puedo!-Le he visto... ¡He visto a Zayn! ¡Zayn Malik!
-¿¡QUÉ!? -las tres gritaron muy fuerte y al mismo tiempo, y corrieron a mi lado. Empezaron a darme golpetazos en el brazo para que pudiera explicarles todo. Les explique todo, cada detalle y cada pensamiento y cuando terminé, nos volvimos locas. No dejábamos de saltar y de gritar por la casa, ¿qué pensarían los vecinos? ¿Qué nos estaban matando? ¿Qué...? Pues no sé, pero yo estaba muy nerviosa, había hablado con él. 
Me miré la mano, la que él había cogido para llevarme detrás de aquella casa, y me quedé mirando allí, como si no hubiera nadie. Teresa empezó a tambalearme con sus manotazos. Yo miré y me acordé de donde estaba y que había pasado, así que, seguí con las locuras.
Les dije a las chicas que no debían decir nada a nadie, que no quería montar jaleos ni nada, ya que Zayn, aunque solo hubiésemos hablado una vez, me importaba mucho desde antes de haberlo visto, y no quería que ninguno de esos paparazzis sacara conclusiones extrañas y malévolas. Él tenía novia, y claro... los paparazzis están deseando tener una noticia para buscar un mínimo detalle e investigar sobre ello. Zayn y Perrie se querían, yo no quería arruinar su relación por una tontería. Cuando por fin, a las dos de la noche, las chicas se durmieron tras un largo día molestándome, me tiré en la cama. Cogí el móvil, en el cual la imagen de la pantalla principal era de Zayn:

 Sonreí al recordarlo todo y puse una canción tras ponerme los cascos.

-"De una forma u otra, voy a encontrarte, te voy a atrapar, atrapar, atrapar, atrapar.De una forma u otra, voy a ganarte,voy a atraparte, atraparte, atraparte, atraparte. De una forma u otra, voy a verte, voy a encontrarme contigo, contigo, contigo. Un día, quizás la semana que viene, me encontraré contigo, voy a encontrarme contigo, me encontraré contigo (...)"
Esa, esa canción me venía bien a mí, a mi situación. 
Zayn, de una forma u otra te encontraré.
...
-¿Vero?
-¿Quién eres?
Una voz perdida me hablaba en un horizonte sin fondo, sin fin, todo estaba blanco,¡no había paisaje!
-¿Quién... quién es?
-Vero... -la voz de aquella persona hacia eco alrededor mía, no se notaba quien podía ser. Imágenes de él salieron disparadas de mi mente y no conseguía distinguirlas. Estaba sola, hasta que, tras sentir como las imágenes seguían, Zayn apareció allí en frente sonriéndome.
-Vero.




...

-¡Vero! ¡Vero! OSTIAS, ¿ZAYN?
Pegué un brinco de la cama. ¡Pum! Y caí rodando fuera de la cama hacía el suelo.
-¿Estás bien?
-Esto... ¿Teresa? ¡Porque me das esos sustos, hombre!
-Lo siento, es que íbamos a seguir poniendo muebles y eso, bueno, lo que queda es decoración. ¡Hay que salir a comprar!
-Puff, ¿qué hora es?
-Buenos días "Chica que ha visto por casualidad a Zayn Malik y tengo una envidia tremenda"-dijo Irene entrando por la puerta y chillando.
-Una frase muy larga para servirme de apodo, lo siento Ire, la próxima vez será.
-Pues vaya, ya te encontraré otro, ¡joder! Eres la chica más suertuda del mundo.
Sonreí.
No tenía nada que hacer hoy día, pero, en la cabeza se me vino una idea: Visitaría la tienda de Aitana. Bueno, no es suya, pero trabaja allí. No tenía ganas de comprar cosas que no fuera ropa, y lo mejor era ir con ellas dos a la tienda, tal vez, me aclararía que significaba ese sueño. Zayn aparecía tan perfecto en aquel sueño, con sus andares característicos y su cuerpo perfecto se esculpía en mi cabeza: No me lo podía quitar de la mente. Decidí ir a mi armario repleto de conjuntos, no sabía cuál elegir, así que me puse este:




-Venga Vero, tienes que venir con nosotras a la tienda, ¡porfa! -suplicó Ana.

-No puedo, tengo que hacer un par de cosas en la tienda que visitamos ayer, ¿te acuerdas? 
-Ah sí, pero...
Antes de acabar Ana la frase, yo ya salía por la puerta.
-Nos vemos -susurré tras cerrarla. Me quedé pensando en él. Creo que me estaba volviendo loca. Su cara y su imagen me aparecía en todos lados, ¡era imposible! Sacudí mi cabeza varias veces, así tal vez, él desaparecía por unos instantes, pero no.
Eran las diez de la mañana. Hacía una calor tremendo comparando con el frío de ayer. Pasé por la calle donde le había visto, y me quedé pensando, no sé muy bien en que, pero de momento, aquella imagen: Su mano con la mía encajaba perfectamente. 
Crucé la acera y fui a aquella en la que me había chocado con él. Y sonreí todo el maldito camino hasta la tienda.
-Hola -sonreí al entrar y ver a Aitana.
-...¿Vero? ¡Ah sí!-rió por su memoria- ¿Qué pasa?
-Pues nada, que te he venido a visitar, bueno, a Antia también, pero no se ve por aquí.
-Debería estar, ¡pero llega tarde! Como siempre. ¿Y cómo estás?-demasiado bien, diría yo.
-Muy bien, ya tenemos toda nuestra casa bien arreglada.
-¡Qué bien! Seguro que es preciosa.
-¡Y tanto! -reímos las dos -¿Quieres venir algún día?
-Me encantaría.
-Y, ¿puedes hoy?
-Vero, pensé un día, no hoy -rió a carcajadas -pero si, puedo, la verdad es que no tenía planes, pensé en ver una película, pero ahora, mejor que voy a tu casa, ¡tengo unas ganas de conocer a tus amigas!
-Si quieres podemos ver la película todas juntas, me gustaría mucho.
-¡Claro que si!-apareció Antia desde atrás sobresaltando a Aitana -¡Hola!
-Hola -dijimos las dos.
-Me encantaría ver esa película, ¿estoy invitada? -preguntó Antia.
-Si, claro, quería preguntártelo,pero como no estabas por tardona -le enseñé la lengua.
-Esta bien, la veremos todas -dijo Aitana.
-Bien, que guay, y decidme a que hora.
-No sé, yo tengo que hacer un par de horas extras en la tienda para ordenarlo todo, no sé como  la gente puede arrasar así la tienda- señaló la parte de atrás - Hicimos rebajas -dijo justificándose.
-Vale, entonces, ¿cómo lo vamos a hacer?
-Pues te damos nuestro número de móvil -dijo Antia.
-Vale, guay, ¿necesitarás ayuda Aitana?
-No, muchas gracias Vero.
-No es nada, somos amigas-me dirigí a las dos. Me dieron sus números y tras esto seguí hablando:
-Yo elijo la película... ¡ya sé!
-De miedo no -susurró Antia.
-¡De miedo sí! Me encantan.
-¡A nosotras no!-dijo Aitana.
-Oh venga, por favor.
-¡No!
-¡Y no! -concluyó Antia-la película la elegiremos nosotras dos -se señaló a ella y a Aitana.
-Está bien, pero recordad que las películas de terror molan más que otras, yo solo recuerdo.
Ellas sonrieron y negaron con la cabeza: Yo quería una película de terror, pero bueno.
-Luego te llamamos -dijo Aitana.
-Vale, o yo a vosotras, ¡hasta luego! -concluí yéndome de la tienda. Mientras iba de vuelta a casa me paré a comprar unos helados, para mí y para las chicas, ¡no sabía de qué les gustaba! Pero seguro que acertaría. Siete chicas, siete helados.
Cuando volví a casa, todavía ellas tres no habían llegado, así que cogí el ordenador y me metí en Twitter. Cotilleé un buen rato los perfiles de los chicos de One Direction. Zayn había twitteado hace dos horas. Decidí enviarle un tweet con un "I love you so much" y cerré mi perfil. No serviría de nada, pero por probar, no pierdo nada. Estuve aburrida todo el rato hasta que ellas llegaron.
Les contaría nuestro plan para hacer esta tarde. Espero que no tuvieran otra cosa que hacer.


*Gracias por leer y por favor comentad si queréis el próximo capi <3 Si llegamos a muchos comentarios (no vale hacer trampas :P) subiré el próximo capítulo esta semana, besos :)*




7 de mayo de 2013

Capítulo 6:






                                                               Alguien especial
"Bum" "Bum" "Bum bum".

Mi corazón habló por si solo, no tenía palabras, tampoco sabía si en ese momento estaba viva. Tal vez, yo estaba muerta. Tal vez, este no era mi momento. Tal vez fuera un sueño. No era real, no, no podía ser real. Todo era demasiado extraño. No se oía nada, ni siquiera el latir de mi corazón, que había cesado. Creo que me había olvidado de respirar. Pero, aún queriendo, no podía captar ni una bocanada de aire. Aunque no sentía ninguna molestia, tampoco era necesario respirar. El silencio se hizo, hasta que de nuevo levanté la mirada y una respiración destruyó nuestro silencio.

-¿Estás bien? -dijo aquella persona.
No, ¡no estaba bien! ¿Qué ha pasado? ¿Me he dado un golpe tan fuerte? ¡No...! ¿O era real todo aquello?
Lo único que pude hacer fue bajar la mirada de sus ojos y quedarme mirando el suelo. ¿Qué estaba haciendo? ¿Debía hacer algo? ¡Joder, que complicado es todo a veces! De nuevo, no pude evitar levantar la mirada y encontrarme su respiración más cerca de mí. Ese sonido que dejó de nuevo mi corazón parado, si alguna vez siguió latiendo. Me di cuenta de que su cabello estaba mojado, y la lluvia caía tan fuerte que dolía. Pero no me importó. Solo pude observar sus ojos.
Él se me quedó mirando desconcertado y me sonrió.

"Bum" "Bum" "Bum bum".


Sintió mi nerviosismo y se acercó más a mí. No sé si su cara era de preocupación, pero, de todas formas, estuviera nerviosa o no, no iba a ser tan idiota para no hacer algo. Miré las bolsas y los paraguas en el suelo, aquella persona siguió mi mirada y vio todo tirado, lo quiso coger pero yo fui más rápida. Vio que me quería levantar, pero el suelo mojado no me dejaba.

-¿Te ayudo? -preguntó, lanzando su mano cerca de mi cuerpo.

"Bum" "Bum" "Bum bum"


Cogí su mano, que seguía allí plantada en el aire y me ayudó a levantarme.


"Bum" "Bum" "Bum bum".


Le miré y me observaba. Le miré de abajo a arriba, ¡estaba empapado! Rápidamente, deje las bolsas en el suelo, cogí un paraguas y lo abrí. Siguió mirándome. ¿Podría hablar? No sé. Decidí no decirle nada y me acerqué tímidamente hasta que aquella persona de mis latidos estuvo bajo mi mismo paraguas.

-Gracias -dijo. Yo me limité a sonreír. Sólo me miró con cara de curiosidad. Debía hacer algo. "Que estúpida eres" me dije a mi misma. "¡No, no lo soy!" me contesté.
-Gra-gracias, por... ayudarme -dije en susurros mientras el "bum, bum" de mi corazón se hacía mas fuerte y más rápido, no se si estaba temblando o no por tanto nerviosismo, pero, era normal. Él sonrió al sentirme hablar por primera vez, tal vez, pero seguro que no era por eso.
-No tienes que darlas, ha sido mi culpa -miró hacía el suelo- lo siento.
-No, no te preocupes- dije en un murmullo, deseando de que lo hubiera dicho de verdad, y no hubiera sido un pensamiento-

"Bum" "Bum" "Bum, bum"


Mi curiosidad me estaba comiendo por dentro. Debía hacerlo, no tenía que ser tan tímida. "¡Una oportunidad!" Me recordé.

-¿E-e-eres? -mierda, no podía seguir -¿E-eres...?
Me miró esperando mi dudosa pregunta. Esperé haber si me calmaba.
-¿Eres... Zayn? ¿Zayn...? -su nombre, perfecto -Malik -dije, tal vez afirmando, tal vez una pregunta.
-Sí.

"BUM" "BUM" "BUM, BUM"


Tragué saliva.

-¿Me conoces?
Para no conocerte. Chico perfecto.
-Esto... sí -*pausa de dos minutos*- soy... ¡soy una gran fan vuestra!
-¿En serio? -sonrió, mirándome a los ojos. La lluvia caía a nuestro alrededor y mi corazón se quería salir. "¡Vete! ¡Yo también me estoy muriendo!" Le dije a mi corazón, que hizo el intento de huida. Pero era imposible.
Sentí unas pisadas acercarse a gran velocidad, él miró rápidamente. Su cabellera negra era perfecta, me entraron unas ganas terribles de acariciarle... pero...
-¿Puedo? -me preguntó, alzando su mano cerca de la mía. Asentí.

"BUM, BUM, BUM, BUM, BUM"


¡Dios! Mi corazón si que estaba vivo en ese momento. El pecho me dolía de tanto latido.

Su mano suave rozó la mía dudosa y la cogió por último con seguridad. Lo mío si que eran nervios.
Él corrió tras la casa en frente en la que nos habíamos encontrado y me llevó detrás. Me quedé mirando como su mano sujetaba la mía. Su mano era perfecta. Él miró nuestras manos, y sintió como la mía temblaba.
-Lo siento- dijo de nuevo. "¿Cómo puedes pedir tanto perdón? ¡Tú nunca me pidas perdón por esto!" pensé mirando mi mano. Soltó nuestras manos y se asomó sigiloso a la calle. Yo le seguí para que no se empapará. Al ver que lo seguía, dirigió su mirada al paraguas, solo pudo decir de nuevo:
-Gracias.
-De nada, no quiero que te resfríes-le dije, a lo último con una sonrisa. Una sonrisa que temblaba.
-Perdón, de nuevo, es que... -no terminó la frase y bajó su cabeza.
Cuando me miró le sonreí para que siguiera.
-Me persiguen.
-¿Qu-qué? -pregunté, furiosa y preocupada. Y una mierda te van a hacer a tí nada. Los cojo a todos y los mato.
-Sí...esto... son...-no siguió.Se rascó la nuca. Mi respiración, que ahora volvía, se notaba agitada- son... fans.
Me quedé pillada. ¿Fans? ¿Le persiguen? ¿Están locas? ¿Locos? ¡Mira que seguirlo! Comparado con lo que ahora mismo estoy haciendo yo, solo... "hablar". Él hizo una melodía que hacía tiempo yo quería oír, una risita de nerviosismo.
-¿Fans? -volví a repetir yo en voz alta -¿te persiguen?
Él asintió. Reí. Pobre, lo estaría pasando muy mal.
-¿Por eso te has chocado conmigo?
-Sí, y lo siento mucho.
-No pasa nada te lo vuelvo a repetir, fue un accidente -sonreí tímidamente.
Suspiró:
-Estoy cansado de que no pueda salir solo por la calle -se llevó sus manos a la cabeza y yo temblé al sentir su roce en mi brazo. Sonrió al ver el efecto que hacía en mí.
-Es normal, tienes muchos fans. Te entiendo...a-aunque no lo haya vi-vido -dije tartamudeando.
-¿A tanto se puede llegar?-me preguntó inocentemente.
-Sí. Pero no a tanto de espiar a tu ídolo- el rió.
-Tal vez más de una me espíe -reí yo también. Su melodía era irresistible -Y... ¿Entonces eres fan...?
Asentí y siguió:
-¿...mi fan?-terminó.
Yo me sentí nerviosa. Esperó con paciencia mi respuesta.
-Mucho-reí.
-Entonces, ¿te ha gustado encontrarte conmigo? Dejemos atrás "nuestro accidente" -reímos a la vez.
-Me alegro mucho, esperaba este momento -¿¡DE DÓNDE MIERDA ME HABÍA SALIDO LO ÚLTIMO!? Me cogió la mano y ...
-"They don't know about the things we do. They don't know about the 'I love you's.But I bet you if they only knew. They would just be jealous of us. They don't know about the up-all-night's. They don't know I've waited all my life. Just to find a love that feels this right..."
Miré de donde salía esa melodía, mi móvil vibraba. Él miró mi móvil y dió un paso atrás para que contestara.
-"Baby they don't know about, they don't know about us..." - conseguí coger el móvil pero se cayó al suelo, me iba a agachar pero Zayn se agachó y los dos estábamos muy pegados uno al otro, nos quedamos mirando por un tiempo. Él miró hacia el móvil y me lo dió, contesté.
-¿Di...?-eché una ojeada rápida a Zayn- ¿...ga?
-¿VERO? ¿DÓNDE ESTÁS? -contestó Teresa gritando.
-No grites, que no estoy sorda. Aquí hago yo las preguntas-dije riendo- ¿Dónde estabais vosotras?
-¡¡VERO!!-se oía gritar a Irene de fondo y luego a Ana, que me rompió el tímpano-¿¡VERO!? ¿ESTÁS BIEN?
-... -Zayn miraba la lluvia y a veces dirigía la mirada a la calle -Hasta luego, voy para casa- y corté. Apagué el móvil y Zayn me miró con esos ojos color avellana que siempre quise ver, pero... lo quería más cerca.
-Lo siento, mis amigas -conseguí decir.
-¿Así qué, Vero? 
-Sí.
-Te lo iba a preguntar, pero tus amigas... me lo han dicho por tí.  Bueno, debo irme, y de nuevo, lo siento. ¿Estás bien entonces?
-No es nada de verdad, estoy bien -dirigí mi mirada a sus labios color rosa, pero él no lo notó.
-Nos vemos -dijo y dió un paso cerca mía, yo temblé como si la tierra ahora mismo estuviera temblando junto a mí. Se acercó y estaba justo en mi cuello. Inspiré su aroma.

"BUM, BUM, BUM, BUM, BUM"


Podría haber estado apunto de desmayarme, pero no lo hice. 


"BUM, BUM, BUM, BUM, BUM, BUM, BUM BUM"


Sus labios al pararse en mi mejilla, hicieron que mi corazón explotase ya y su aroma junto con su cuerpo casi rozándome poniendo mis pelos de punta, hicieron que mi respiración se agitara aún más. Me besó la mejilla y contestó:

-Encantado de conocerte Vero -y salió de mi paraguas a toda prisa por la lluvia. Pude articular su nombre.
-¡Zayn! -grité y corrí tras de él. Se giró y nos encontramos frente a frente. Le tendí un paraguas, me dí cuenta de que era mi paraguas azul y lo cogió. Me dió las gracias con otra sonrisa de las suyas y lo único que vi fue alejarse su silueta por la calle oscura y la borrosa lluvia. Me quedé allí parada mirando a aquel camino donde se había ido él.
¿Era verdad? ¿Había sucedido?

6 de mayo de 2013

Capítulo 5:






                                                               De compras


Mientras ellas terminaban de desayunar yo me metí en el cuarto de baño y empecé a retocarme un poco el rebelde cabello. Cogí el móvil y puse una canción: 'Impossible'. Luego le siguieron 'Change my mind' y 'Kiss you'. Salí del cuarto de baño:
-¿Pero todavía no habéis acabado?
-Mmm... pues no -me contestó Ana.
-Ya veo, cuando queráis, me avisáis y vamos.
Eran las doce y ellas de cháchara. Pero debía tener paciencia. Recorrí el pasillo hasta cerrar la puerta de mi cuarto. Busqué en mi maleta y encontré aquellos preciados pósters. Los puse bien sujetos detrás de la puerta. Y ahí estaban ellos, tan perfectos, mis ídolos... 
Me quedé embobada un rato, mirando cada detalle, cada perfección de sus caras, sus cuerpos... Hasta que...
-¡Auu! -me quejé, dando unos cuantos pasos hacia atrás. Teresa se asomó cautelosa.
-Emm... ¿hola?
-Mi cara -seguí quejándome... ¡me había dado con la puerta en las narices! ¡Y en sentido muy lateral!
-¿Te duele?
-No, era broma -empecé a reírme. La verdad es que me había dado, pero solo me dolía un poco, no iba a hacer un drama por una tontería. Ella solo sonrió y apareció Ana por detrás, apartando a Teresa del camino y mirando lo que acababa de poner en la parte de atrás de la puerta.
-¿Sabes qué algún día te los robaré sin que te des cuenta? Ya tendré más pósters para mi colección -sus ojos pasaron por un brillo intenso a uno de seriedad - Ya hemos terminado, ¿vamos?
-Claro, ¿ya os habéis vestido y peinado?- mientras decía la frase, Ana entreabrió la puerta y dejó ver su ropa, aunque su pelo seguía siendo castaño y lacio:




Sonreí al ver que también tenía unas converse como las mías, pero en color rojo. Teresa no tardó en entrar y dar media vuelta sobre sí misma mientras reía por lo bajo:





Yo no me cambiaría de ropa, me dejaría la que me puse esta mañana.
-¡Vamos chicas! Que hay que arrasar tiendas -gritó Irene desde la cocina.
-¡YA VAMOS! -grité yo también- Salid, venga, que no quiero que nadie robé mis pósters, creo que les pondré candado.
-¿Cómo? -preguntó ingenua Ana.
-Pues de cualquier forma, con tal de que no me los robes, ladrona.
Ella solo me ignoró.
-¡Oye! No planees ningún plan para robármelos o te asesino -levanté mi mano como si tuviera un cuchillo imaginario, Ana puso cara de horror y Teresa contestó:
-Haya paz, no quiero que haya sangre y luego tenga que limpiarla yo.
-Vale, vale, pero mi venganza se acerca -dijo Ana, en señal de "no paz".
Yo solo asentí, pero andaría con cuidado. "¡Qué tonterías más grandes tenemos!" pensé.
-¡Por fin! ¿Qué hacíais? -preguntó Irene, mientras abría con la llave la puerta para salir a la calle.
-Nada -Teresa se hizo la que no había visto nada de nuestras pequeñas locuras- Y bonito conjunto, algún día me lo prestarás.
-Me lo pensaré.
Teresa le dio un fuerte codazo e Irene puso cara de ofendida, y así siguieron. La verdad, es que era precioso el conjunto, pero el pelo lo llevó mejor suelto, le conjuntaba mejor con la ropa que llevaba:




-¡Esperad! -grité -Mirad el cielo.

Se asomaron a la puerta y miraron hacia arriba.
-¿Qué le pasa al cielo? -preguntó Ana.
-Coged paraguas, ¿no veis que está nublado? Cuando salí a comprar comida hacia algo más de sol.
-Sí, será mejor, no quiero arruinar mi pelo, ¡ni mi ropa!
Todas nos reímos.
-¿Qué? ¿Por qué os reís? Es verdad.
-Bueno, vale, pero vamos a coger los paraguas -dijo Teresa, cortando la conversación.
Ana le miró mal y desvió su mirada hacia los paraguas que estaba trayendo Irene.
Teresa apuntó con el dedo cada paraguas y fue contando:
-Falta uno.
-Sí, no encontraba ninguno más tomad.
Le dió a Ana uno rosa, a Teresa el negro, y a mí uno azul.
-Creo que me he quedado sin paraguas... -Irene mencionó haciendo pucheros.
-Tranquila, que soy tu salvación -le dije mientras cruzaba el salón para dirigirme a un mueble. Rebusqué entre objetos y más objetos que no sabía de donde habían salido, y lo encontré. Lo escondí en mis espaldas y me dirigí de vuelta.
-No me fío de tí -dijo Irene.
-Toma.
-¿En serio? -hizo de nuevo pucheros y todas reímos.
El paraguas era de ranitas y verde.
-Me gusta-lo cogió y lo observó detenidamente-pero no para enseñarlo en público, ¿alguien lo quiere?
Pero nadie contestó.
-La verdad es que mola el paraguas-reí y luego todas lo hicimos.
Lo dejé en la silla más cercana y salimos. Cerramos la puerta muy bien con llave y planeamos a que tienda iríamos:
-¿Ana te acuerdas donde viste ese vestido antes de ver nuestra casa?-le recordó Teresa.
Esta asintió sonriendo: Ya sabía lo que Teresa estaba pensando, eran cómplices.
-¡Lo quiero!¡Aquel vestido! -dijo Ana, como una niña pequeña.
-¡Pues vamos a esa tienda! -contestó Irene con pose de victoria.
-Vale, iremos a esa tienda, pero luego a esa -dije mientras caminábamos cruzando las calles de Londres.
Ellas asintieron, mientras se quedaban "babeando" en más de un escaparate.
-Y esa-señaló Irene.
-¡Y esa!-dijo Teresa.
-¡ES ESA!-señaló Ana dándose prisa hacia la tienda que buscábamos. Entramos, y yo me morí por dentro, ¡me encantaba la ropa! Y aquella tienda más. Cada una se fue a por su lado.
Yo empecé a mirar haber que encontraba, y me fijé en la sección de pantalones. Busqué cual era el pantalón que me gustaba más y encontré esto, y claro, me lo tenía que comprar:


Luego vi otra camiseta que me encantó, pero decidí mirar en otras tiendas, ya que seguro que había muchas más cosas, y más bonitas. Busqué por la gran tienda donde estaban mis amigas, pero no las encontraba. 
-¿Dónde están?
-¿El qué? -contestó alguien. Mierda, ¿para que hablo sin pensar? 
-Perdón, es que estaba buscando a mis amigas -me di cuenta de quien me había hablado. Pensé que era la dependienta. Era una chica castaña, alta, muy mona que andaba atareada de aquí para allá tras el mostrador, iba así:








Tal vez habría visto a aquellas tres:

-Perdona, has visto a tres chicas de mi estatura más o menos, que iban juntas, ¿por aquí?
-Esto... pues no -dijo mientras colocaba un montón de ropa en la mesa -Lo siento.
-No importa-dije, empecé a andar de nuevo, por que vi una cazadora negra cerca de unos maniquíes. Oí hablar a una chica y me giré disimuladamente, estaba vestida de esta forma:






-Oye, ¿crees que me quedará bien? -le dijo la chica a la dependienta.

-Sí, muy bonito todo.
-¡Pero si ni me has mirado!
-Vienes a ayudarme y te compras la mitad de la tienda, esto no es normal.
-Oh venga, tal vez te den más por que alguien te haya comprado casi toda la tienda.
-No creo, ¿me vas a ayudar o no?
-Pero espera, que he visto un vestido por aquí.
-¡Pues vaya!
En ese momento, el montón de ropa que llevaba en las manos cayó al suelo y se echó las manos a la cabeza.
-¡Joder! -gritó -Recojamos antes de que venga...
-Pues por ahí viene.
"¿Quién viene?" pensé. Una mujer mayor venía hacía aquí con una clienta. La clienta tenía una prenda de color negra.
Las dos chicas se apresuraron a recogerlo todo, y yo también me apresuré a llegar hacia ellas.
-Veo que necesitáis ayuda -les dije sonriendo.
-Muchas gracias- sonrió la dependienta y echó una mirada rápida para aquella señora que se suponía que era la jefa. Nos apresuramos antes de que viniera y dejamos toda la ropa junto la mesa. La amiga de la chica hizo como si se estuviera probando algo y la chica siguió ordenando el "kilo" de ropa.
La dueña pasó inspeccionando que estaba haciendo la chica y pasó de largo junto con la clienta.
Su amiga salió y se dirigió hacia mí:
-Uff, odio a esa.
-¿Por qué?
-Siempre igual, es una pesada, anda siempre mandando.
-Se le ve la cara de amargada-la chica rió.
-A la que dirige es a mí -intervino la dependienta.
-Bueno sí, pero de todas formas la odio.
-Entonces, ¿tú eres la dependienta? -señalé a la primera chica.
-Sí -asintió con la cabeza.
-Y tú...
-Su amiga, soy Antia -me sonrió.
-Aitana -dijo la otra chica, sonriendo también.
-Me podéis decir Vero -contesté, devolviendoles una gran sonrisa.
-Pues encantada -contestaron las dos y rieron.
Aitana arreglaba maniquíes y ponía en las perchas todo lo correspondiente.
-¿Cómo puedes estar tan atareada? -pregunté curiosa.
-Esta es una de las tiendas más grandes de Londres, y unas de las más importantes. La gente viene mucho aquí y encima hay mucha publicidad.
-¿Pero eso es bueno no?
-Sí, pero claro, no doy a basto.
-A veces vengo a ayudar -contestó Antia.
-Sí, "ayudar" -hizo las comillas con los dedos en el aire.
-La verdad es que, como tu amiga, yo me llevaría media tienda.
Antia sonrió y Aitana dijo:
-Y yo, pero valdría mucho.
-Eso sí...-me quedé un instante pensando y Antia interrumpió mis pensamientos con una pregunta.
-¿Eres nueva? 
-Emm... sí, soy de España.
Las dos se miraron sorprendidas.
-¡Nosotras también! -contestó Aitana.
-¡Qué bien! -contesté, animada. Por fin alguien español.
-¿Y a qué has venido aquí?
-Íbamos a estudiar aquí, y como las clases empiezan en otoño, estamos aquí unos meses antes para prepararlo todo -se quedaron extrañadas cuando resalté ese 'íbamos' -Ah sí, es que no he venido sola, he venido con unas amigas.
-¡Qué bien! ¿Vivís cerca de aquí?
-No mucho, la verdad.

-Nosotras vivimos detrás de esta calle.
-¿Vivís juntas?
-Sí, mola mucho -dijo Antia.
-Yo con mis amigas también- sonreí.
-Bueno, tengo que seguir ordenando cosas -yo miré mi móvil, las 14:00. ¿Dónde se habrán metido esas tres? -Aquí tienes tu nueva ropa, es preciosa. Bueno, gracias por comprar. Nos vemos-contestó Aitana, tras yo pagar mi ropa y darme la bolsa.
-¡Adiós! -le despedí con la mano mientras esta se dirigía al almacén- yo me tengo que ir, no sé donde estarán mis amigas.
-Está bien, ¿volverás por aquí?-me preguntó Antia.
-Claro que sí, esta tienda me encanta, bueno, hasta otro día.
-Adiós, Vero -me contestó la chica.
Yo salí de la tienda, porque allí no estaban esas tres. Decidí irme a casa, si no, me perdería. Las calles estaban vacías aunque fuera mediodía. Las nubes estaban oscuras y amenazaban con la lluvia. En ese instante me di cuenta de que tenía los tres paraguas. No sé en que momento me lo habían dado para no tener que cargar ellas con los paraguas. "Malas personas" pensé. 
Intenté recordar el camino, y creo que el que me imaginé, era el correcto. Decidí seguir mi "instinto" haber si funcionaba, casi nunca funcionaba, la verdad. Empezaron a caer gotas de lluvia. "Lo que me hacía falta". Abrí torpemente el paraguas con la bolsa de la ropa en una mano y la de los otros paraguas en la otra mano. Al fin lo pude abrir y seguí con mi camino, cada vez la lluvia se precipitaba más veloz y las gotas cada vez abundaban más en el asfalto del suelo. Hasta que llovió muy fuerte. Me di mucha prisa en llegar a casa sin mojarme. Crucé rápidamente una calle, ya estaba cerca de casa.
Mientras caminaba, oí unos pasos de alguien que salpicaban entre los charcos de agua acercarse corriendo y sentí como chocaban contra mí, caí en el suelo. Miré a mi alrededor, estaba llena de barro y la bolsa y los paraguas tirados en el suelo. Enfurecida, miré hacia arriba.